sábado, 3 de diciembre de 2011

Una vez mas el tiempo me demuestra que lo que se planea con demasiada ansia y mucha antelación no acaba cuajando. Hoy digo adiós a todo lo que habíamos estado planeando estos últimos meses, todos esos planes, aquellos atardeceres en la playa, los helados, las vueltas sin sentido alguno y tus famosos temas de conversación que aunque carecían de sentido hacían que las largas horas se convirtieran en escasos minutos. ¡Tantas películas que nunca llegaremos a ver! ¡Tantas canciones que nunca llegarán a definirnos!
Nada... hoy, nada, es lo que queda.



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